El fin de una generación
- Eddy R. Vargas
- 20 jul 2019
- 5 Min. de lectura
Hoy en esta fría noche, con el sorbo de un café en mi habitación reflexionaba en torno a mi vida y me doy cuenta que soy de aquellas personas que nacimos en los lejanos años 1960, bueno al intermedio de esta generación, la cual esta terminándose poco a poco soy un sobreviviente de esa generación, ya son pocos los amigos que quedan vivos, cada día me levanto con la incertidumbre sere yo el próximo, quien sera, pienso que es el fin de una generación que vivió grandes acontecimientos, el hombre viajo a la luna o eso pensamos, vivimos varias guerras en diferentes partes del mundo, los países vivían dividos con ideologías diferentes, que comunistas, que liberales, potencias en conflicto, medio mundo contra la otra parte del mundo, la Unión Soviética y su aliados contra Estados Unidos y sus aliados, nacimiento de religiones, las primeras transmisiones de televisión, jóvenes con deseos de ser libres expresando sus pensamientos e ideales, un Fidel Castro, un Ernesto Guevara ideales de muchos en Latinoamericana, un Martín Luter King y sus ideales en el Norte, atletas que hacían hazañas como un Mohamed Ali o Clasus Cley en el boxeo, un Edson Arantes Do Nacimiento "Pelé" en el Fútbol, un Abebe Bikila en el Atletismo, tantos recuerdos tiempos en donde existía división en todo blancos contra negros, musulmanes contra cristianos, que tiempos esos en donde pensábamos que era parte del principio del fin del mundo, escritores deleitándonos con sus libros, bailes nacientes, artistas que nos emboban, cuantas anécdotas, cuantas historias, llenaría paginas recordando, pero sigo ahi enterrando a mis seres queridos, todo se va terminando, todo se va alejando y el ocaso de mi vida sigue pensando, soy un privilegiado o soy simplemente un sobreviviente de aquella Generación que se va yendo poco a poco.
Soy de aquella generación bendecida por Dios, digo bendecida porque viví los años en donde nuestros padres fueron aquellos que no fueron tolerantes, aquellos padres que fueron malos con nosotros, porque nos castigaban si no hacíamos las tareas, nos daban de cincho si no hacíamos caso, nos halaban las orejas si no saludábamos a las personas mayores, aquellos padres que nos daban una hora para llegar y si nos pasábamos unos cuantos minutos, eramos castigamos cruelmente dejándonos sin ver televisión, o quizás un par de buenos cinchazos, o tal vez castigados sin salir los sábados o domingos.
Que tiempos esos, de crueldad en donde nos obligaban a aprender a lavar nuestra ropa, plancharla, ayudar a tender la cama, limpiar la casa y lustrar nuestros zapatos, nos obligaban a ayudar a la madre a los que haceres de la casa so pena de no ayudar de castigo o una buena tunda.
Tiempos crueles en donde en las vacaciones después de los estudios nos llevaban con el herrero de la colonia, el panadero, el mecánico y nos obligaban a aprender un trabajo y con lo ganado de la semana que era muy poco aportar a la casa.
Tiempos en donde los amigos los conocíamos por sus nombres, llegaban a nuestras casas entrando sin pedir permiso saludando cordialmente, no existían los teléfonos celulares, las redes sociales, la televisión era blanco y negro, la radio era AM y no existían los mp3, memorias usb, las películas eran sin color.
Con el tiempo me doy cuenta que soy la transicisión entre la maquina de escribir con carrete aquellas con su inconfundible sonido al golpear toc toc toc, y la computadora, de los radios y grabadoras que cargábamos escuchando la música de los bee gees, los beatles, canciones en ingles o aquellas en español como Roberto Carlos, Los Mitos, los Iracundos, o la Rancheras con los Panchos, Vicente Fernandez empezaba a escucharse, que tiempos esos, se escuchaban canciones rindiendo culto al amor, a aquellos que se van y no vuelven, aquella música que respetaba a la dama diciéndole lo hermosa que era con preciosas letras, podías dejar abierta la puerta de tu casa y no la robaban, encontrabas una billetera y tratabas de localizar a la persona para devolverla, en donde los jovenes se levantaban y daban el asiento a los ancianos, a las mujeres embarazadas, o a la dama de aquelos ojos hermosos y no esperabas recompensa alguna, simplemente era un deseo de servir, los matrimonios eran hasta que la muerte los separaban, recuerdos de muchas bodas y su eterno amor terminaba cuando uno de ellos faltaba, no como lo son hoy en dia amigos con derechos, palabras que aun no se conocían, en donde la palabra del hombre era como la firma en una hoja, no como ahora que juran por todos los santos y lo que menos se acuerdan es en el valor de una palabra.
Soy de los últimos que respetaban a los padres que suelen decir Buenos Días, buen provecho, abrir la puerta a una dama, mover la silla para que alguien se siente, mover la cabeza al entrar a algún lugar y ver a algún conocido y saludarlo con "buen día Don Pedro, feliz tarde don Juan", soy de los últimos que aun suele enviar rosas a una dama, vestir de traje formal, soy de los últimos que aun derrama una lagrima por una dama que me dijo adiós y aun recuerdo sus besos, sus sonrisas, le escribo versos en una servilleta..... que recuerdos esos.
Soy de esos últimos sobrevivientes que aun da un concejo, recuerdo a mis padres y disfruto de mis hijos, busca un amigo para saludarlo y con tristeza miro a mis espaldas todo lo que ha quedado atrás, ahora hijos insultando a los padres, amigos por cantidades detrás de una pantalla telefónica, desayunos en familia en donde todos no se miran a los ojos porque están mas ocupados viendo una pantalla de celular, no se cruzan palabras, en donde si no usas un Iphone no eres una persona con confianza, en donde un par de zapatos de marca hacen la diferencia al momento de socializar, en donde supuestamente saludas a una persona y le dices; "Que honda hijo de puta...." y el otro feliz te saluda con otro insulto similar o mayor, pero ese es tu amigo, en donde a la novia le dices que perra estas y ella feliz te devuelve el saludo diciéndote que putas, en donde el hijo le dice a los padres son ancianos, tiempos antiguos, mejor deberías morirte que ya gastas oxigeno, en donde no hay noviazgos, ahora son amigovios, amigos con derecho, en donde se olvidaron del matrimonio, el cual es de días y te divorcias,.......upss creo que hay mas para contar pero de pensar digo que aun sigo sobreviviendo
Soy sobreviviente de esa canciones en donde ahora degradan a la mujer diciéndole la meto la saco, y la dama feliz por que le dedican una canción, en donde los jovenes mueren mas rápido que mi generación, en donde ya no hay saludos, ya no hay amistades de verdad, en donde ya no piensas ahora hablas sin pensar, en donde creen que todo lo saben y con tristeza te das cuenta que nunca aprenden, en donde la mujer llena a mi país de madres solteras y los varones se sienten muy hombres diciendo tengo muchos hijos, pero no mantienen a ninguno, es mas les cuesta mantenerse a ellos, sigo sobreviviendo , soy una generación que se termina y poco a poco con nostalgia digo que valió la pena vivir cada momento, sentir cada instante y sobrevivir a mis amigos, padres, hermanos que han partido antes que Yo, uno de los últimos de esa generación.
Autor
Eddy R. Vargas
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